Salud sexual entre mujeres lesbianas: mitos, riesgos y prevención

La salud sexual entre personas con vulva requiere información clara, métodos de protección y atención ginecológica libre de estigmas.

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En el marco del Mes del Orgullo, la Fundación CTR pone sobre la mesa un tema frecuentemente ignorado en las políticas de salud pública: la salud sexual de mujeres lesbianas y otras personas con prácticas sexuales entre vulvas. A pesar de los avances en inclusión, persisten lagunas importantes en la atención, prevención y educación sexual para estos grupos.

“Todas las personas tienen derecho a contar con información clara y libre de prejuicios para cuidar su salud y vivir su sexualidad con autonomía”, afirma María Ibarra, gerente general de Fundación CTR. “Es preocupante que muchas se alejen de los servicios médicos ante la falta de espacios informados y respetuosos”.

La falta de información perpetúa el estigma

La escasa difusión de información científica y libre de prejuicios ha perpetuado la idea de que las relaciones sexuales entre personas con vulva no conllevan riesgos. “Históricamente, la medicina y la educación sexual se han centrado en las relaciones heterosexuales y la reproducción, dejando fuera muchas realidades”, sostiene la Dra. Alejandra Salcedo, uroginecóloga y especialista en salud sexual inclusiva.

A través de su colaboración con la Fundación CTR, la Dra. Salcedo promueve una educación basada en evidencia sobre infecciones de transmisión sexual (ITS), métodos de protección y señales de alerta, con un enfoque que respete la diversidad de cuerpos, identidades y orientaciones.

Riesgos de transmisión en prácticas sexuales entre personas con vulva

Contrario a creencias extendidas, las relaciones sexuales entre personas con vulva pueden transmitir ITS como el Virus del Papiloma Humano (VPH), VIH, herpes, sífilis y tricomoniasis. Las prácticas que implican contacto con fluidos corporales —como sexo oral, contacto genital directo, uso compartido de juguetes sexuales o relaciones durante la menstruación— presentan riesgos relevantes.

También deben considerarse aspectos como la higiene personal y la integridad de la piel y mucosas. “Evitar el rasurado o el cepillado dental antes del sexo puede prevenir microlesiones que faciliten la entrada de virus y bacterias”, advierte la Dra. Salcedo.

Métodos de protección eficaces y accesibles

Existen métodos de barrera adaptados a prácticas sexuales entre personas con vulva, como láminas de látex o condones sin lubricante recortados para cubrir zonas genitales. Es fundamental cambiar de método o desinfectar juguetes sexuales entre prácticas o parejas para minimizar riesgos.

Si bien estas prácticas ayudan a reducir la exposición, no sustituyen el monitoreo médico regular ni la información basada en evidencia.

Recomendaciones de pruebas de ITS para personas con vulva

El autocuidado incluye la realización periódica de pruebas, incluso en ausencia de síntomas. La frecuencia recomendada es de al menos una vez al año o cada tres a seis meses si existen prácticas sin protección, nuevas parejas sexuales o antecedentes de ITS.

Las pruebas básicas incluyen:

  • Prueba de VIH y sífilis (en sangre)
  • Papanicolaou o co-test molecular para detección de VPH
  • Exudado vaginal para clamidia y gonorrea

Atención ginecológica sin prejuicios

Muchas personas aún creen que las consultas ginecológicas son exclusivamente para quienes desean embarazarse, lo cual representa una barrera para quienes tienen prácticas sexuales distintas o no buscan reproducción. Esta percepción se agrava en el caso de las disidencias sexuales, donde la falta de capacitación del personal médico y la escasa disponibilidad de métodos de protección refuerzan el estigma.

“La atención ginecológica debe adaptarse a todas las experiencias. Quienes somos personal de primer contacto tendríamos que capacitarnos en diversidad sexual y ofrecer espacios seguros para hablar de prácticas sexuales”, enfatiza la Dra. Salcedo.

Además, acudir a consulta es clave para la prevención, ya que permite aplicar vacunas como la del VPH (recomendada entre los 11 y los 45 años) y realizar tamizajes esenciales como el Papanicolaou.

Síntomas que no deben ignorarse

Algunas señales de alerta que requieren atención médica inmediata incluyen:

  • Flujo vaginal anormal o con mal olor
  • Dolor al orinar o durante las relaciones sexuales
  • Aparición de úlceras, verrugas o protuberancias en la vulva, periné o ano

Un compromiso por la salud sexual sin tabúes

Como parte de su compromiso con la salud sexual, Fundación CTR realiza brigadas en las que se aplican pruebas gratuitas de ITS, como VIH y sífilis, de manera rápida y no invasiva. Las fechas y ubicaciones de estas jornadas pueden consultarse en sus redes sociales.


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